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Comunidad Griega Ortodoxa de Panamá

Haralambos Tzanetatos

CÓNSUL GENERAL HONORARIO DE GRECIA
 

La historia de la humanidad se ha caracterizado por enaltecer y dar un sitial especial a las manifestaciones de valentía, gallardía y coraje de aquellos pueblos que, con las circunstancias totalmente adversas decidieron, a costa de ofrendar su propia existencia, preservar su identidad y dignidad. En este sentido es más que un ideal de exaltación del espíritu de la libertad del hombre. Donde trasciende el simbolismo del nombre de una nación o pueblo, permitiéndonos a todos nosotros luchar con la praxis, por ese tesoro inestimable y perpetuo.
 
Hace sólo unas décadas atrás el mundo sufrió las consecuencias de una confrontación bélica, la Segunda Guerra Mundial que dividió el planeta ante los Aliados, uno de ellos Grecia, y los componenetes del “Eje” que aspiraban a gobernar el mundo a toda costa. Esta guerra provocó una vorágine destructiva que segó la vida de más de 55 millones de personas, y dejó a 35 millones lisiados en cuerpo y espíritu. Familias enteras, desde ancianos y mujeres fueron masacrados; villas y ciudades dejaron de existir, sembrándose la destrucción. Este recuerdo nos llama a la mutua reflexión sin distinciones de ideas políticas, religiosas, filosóficas o económicas y a su pueblo, que como parte de los Aliados, fueron convocados nuevamente a protagonizar y a luchar en la praxis por el ideal de libertad y esperanza.
 

Fue un 28 de octubre de 1940, cuando se quiso poner a prueba nuevamente el ideal helénico de libertad y de proteger a toda costa, el suelo donde sus antepasados nos ofrecieron el conocimiento imperecedero en innumerables disciplinas. Ese día a las pretenciones expansionistas de Mussolini, parte del eje y quien añoraba revivir el Mare Nostrum, a toda costa de lo que fuese necesario, se le respondió con un contundente “OXI” — El Digno NO —. El dictador fascista pide la rendición incondicional de Grecia, sin embargo, a pesar de la superioridad numérica de soldados y equipo bélico de la italia del Eje, el pueblo se armó de valor y los enfrentó logrando expulsar al ejército invasor en Albania.

 
Por este “No” el pueblo griego tuvo que pagar un alto precio ya que Mussolini pide la intervención del ejército Nazi. El 6 de abril de 1941 se inicia la invasión a Grecia y su posterior ocupación. Sin embargo, la acción heróica del pueblo heleno, dió como resultado que los Nazis perdiesen un valioso tiempo en su campaña contra Rusia. Estos quedaron atrapados en el crudo invierno. Así se definió el destino del Mundo con la derrota inexorable de Adolfo Hitler, quién dijo al ocupar Grecia que los valientes morían como los Griegos.